Recuerda la batalla más épica de Ataque a los Titanes

Shingeki no Kyojin está llegando a su fin. El estreno el pasado 9 de enero del primer capítulo de la última temporada hace que estemos ante el final de una de nuestras series favoritas de acción. El anime de Isayama nos ha hecho levantarnos del asiento en más de una ocasión con sus épicas batallas entre humanos y titanes.

Pero entre todas esas batallas espectaculares, los fanáticos tienen entre sus favoritas a dos de ellas que nos llegaron a poner los pelos de punta. En ambas el gran protagonista es Levi Ackerman, el capitán de operaciones especiales del cuerpo de exploración y uno de los ídolos de los espectadores.

 

Su sangre fría, su mirada serena y su habilidad para el combate le hacen digno de ser uno de los mejores mata-titanes de la historia. Nadie olvida como en los aledaños del muro el Titán Bestia acabó con la vida de cientos de guerreros del equipo de exploración, entre los que se encontraba Erwin Smith, el comandante del cuerpo de exploración.

Ante la matanza, el propio Levi se aventuró a acabar no sólo con los titanes irracionales a los que llamó Zeke en aquel momento, sino con el propio Titán Bestia, a quien le puso contra las cuerda con movimientos de lo más espectaculares. Enrabietado y con sangre en su rostro, Levi acabó arrepintiéndose de no cortarle el cuello al asesino de su protegido.

 

Sin embargo, sin quitarle mérito a la escena citada anteriormente, la más valorada por los fanáticos no es otra que la que protagonizaron el propio Levi y el Titán Hembra, quien había secuestrado a Eren Jaeger, tras una batalla campal de titán vs titán.

Mikasa y Levi van tras los gigantescos pasos del titán hembra gracias a sus equipos de maniobras tridimensionales que les permiten alcanzarlo sin dificultad en el gran bosque de Paradis. Levi sabe de la dificultad de acabar con un titán que es capaz de endurecer su piel y, por eso, diseña un plan de ataque para rescatar a Eren, que se encontraba dentro de su boca.

La intención del capitán es herirlo hasta tal punto que no pudiera contar con sus extremidades y, por ello, lo primero que hace es cortar el brazo derecho del titán hembra para llegar ante sus ojos, en los cuales clava sus espadas.

La falta de visión del titán le vuelve indefenso ante los ataques de Levi, quien se encarga de dañar con una secuencia de movimientos los gemelos, los hombros, los antebrazos y demás músculos que lo dejaron completamente inmóvil, permitiendo así rescatar a Eren haciendo una abertura en la zona bucal.

Una batalla en la que Isayama combina movimiento, tensión, talento y habilidad en un ambiente hostil de desesperación. La música juega un papel fundamental junto a las destrezas de un Levi, que suda por primera vez para “acabar” con un titán.

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