Recuerda el viaje en el tiempo de Fry en Futurama

Philip J. Fry, el desganado repartidor de pizzas, fue capaz de hacer lo que muchos estudiosos del mundo de la ciencia no pudieron; viajar en el tiempo. Todo se remonta al 31 de diciembre de 1999 (año que comenzó la serie a emitirse) cuando en plena Nochevieja su jefe le pide que lleve un encargo con la mayor prontitud posible al 405 w de Nueva York.

El bueno de Fry hacía sus repartos en bicicleta y mientras va camino de dicha dirección observa desmotivado como todo el mundo está celebrando la llegada del nuevo milenio con una gran alegría. De hecho, en la travesía por las calles de Nueva York, se encuentra con su novia, quien viaja en taxi con un nuevo amante y le confiesa que no quiere seguir la relación, algo que termina de hundirle por completo.

 

En medio del caos, sus ganas de vivir disminuyen hasta que llega a la dirección de reparto y observa que no hay nadie detrás de la puerta. Una sala con varias cápsulas en las que había personas congeladas, algo que no le causa demasiada impresión.

Es entonces cuando se da cuenta de que le ha gastado una broma y decide tomarse la pizza en la misteriosa sala justo en el momento en el que se produce la cuenta atrás. Un mal traspiés mientras se ladeaba en las patas trasera de la silla, le hace caer justo en la cápsula que tiene a sus espaldas.

Fry se asusta porque no le da tiempo a reaccionar cuando ya todo está perdido en pocos segundos. La cápsula automáticamente programa 1000 años en un proceso de congelación instantáneo, algo que le llevaría a despertar en 2999.

Tras el paso del milenio, Fry despierta y celebra que el mundo por fin ha cambiado para él, ya que no volverá a ver a las personas que estaban haciendo que su vida fuera una pesadilla, aunque no es consciente del hecho que ha experimentado su cuerpo. Te dejamos el vídeo completo de la secuencia Futurama.

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