La Casa de Papel ha llegado a su fin con esta 5ª temporada volumen 2 que ha puesto el cierre a la que ha sido una de las series más populares en nuestros país en los últimos años. Desde su estreno en 2017 en Antena 3 y continuando posteriormente en Netflix, la producción ha contado con 2 atracos y 5 temporadas que nos han hecho vibrar y levantarnos del asiento.
En el primer robo, en la Fábrica de Moneda y Timbre, vimos como la banda, formada por personalidades que se caracterizaban por no tener nada que perder, sufría algunas bajas que llegaron a nuestro corazón. Entre ellas se encuentran, por un lado, la muerte de Moscú, padre de Denver, quien acabó tiroteado tras un fallo en la apertura de las puertas de la Fábrica de Moneda y Timbre. Un detalle que costó su pérdida.
Por otro, el sacrificio de Berlín, quien decidió dar su vida para que la policía no diera con sus compañeros, que estaban escapando por el túnel subterráneo. Un final épico en el que se bate con los GEOS a bala cruzada mientras se escucha de fondo la sintonía de “Bella Ciao”.
También debemos nombrar la muerte de Oslo, el mejor amigo de Helsinki, tras un motín de los rehenes que terminó costándole la vida con un golpe en la nuca casi mortal, pues quedó en estado vegetal hasta que su propio amigo decidió acabar con su sufrimiento asfixiándolo.
Sin embargo, en este segundo atraco, ha habido dos pérdidas más dolorosas aún si caben. En primer lugar, la muerte de Nairobi, quien tras ser duramente castigada por Gandía, el jefe de seguridad del presidente del Banco de España, fue fusilada con un disparo en la frente antes de escapar tras el exceso de confianza de la banda. Una muerte que nos rompió el corazón y que aún lamentamos los amantes de esta hermosa serie.
Por último, la muerte de la que quizás sea considerada como la protagonista principal, la narradora de los hechos ocurridos dentro y fuera del atraco, Tokio, o también conocida como Silene Oliveira. El fuego cruzado entre el equipo de asalto del ejército y la banda en el primer piso del Banco de España resultó con su pérdida. Sin embargo, su muerte no fue en vano, pues en su último aliento activó granadas que eliminaron a varios miembros del ejército, con Gandía incluido como figura destacada.
Lo cierto es que ambas muertes nos dejaron fríos, boquiabiertos e indignados por la importancia y cariño que la audiencia les tenía, pero que no las hizo inmunes ante la imprevisibilidad de la producción. Todo un género bélico que cobró sus víctimas y que volvió a inundar de tristeza a los miembros de una banda que conseguiría su objetivo final, salir victoriosos frente a todo un Estado.
Fuente: infobae.com
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