Robert Downey Jr. es, sin duda, el ícono tras la máscara de Iron Man y Tony Stark. Ya no concebimos a Stark con otra cara que no sea la de Downey Jr., es más puede que nunca sepamos separar a las dos identidades. Pero aunque cueste creerlo, él no fue ni de lejos la primera opción para interpretar al conocido superhéroe de Marvel.
La primera película de Iron Man fue la primera producida enteramente por Marvel y no por Paramount Pictures, como es el caso de El Increible Hulk. Por ello, tanto los productores como su director Jon Favreau, quisieron poner toda su empeño en hacer algo bueno. Y vaya si fue bueno, que dio paso a toda la saga Marvel que conocemos hoy en día. Pero por esa razón cuando salió Robert Downey Jr. como posible actor principal de Iron Man, lo rechazaron de primeras y contundentemente. ya que Tony Stark, perdón, Downey Jr., -es que es fácil confundirse- tuvo grandes problemas con el alcohol y no era un actor que inspirara seriedad.
Otros grandes actores estuvieron en la lista para interpretar a Iron Man. Como, por ejemplo, Tom Bruse, quien declinó el papel por no considerarse perfecto para él. “Vinieron a mí en cierto momento pero… Cuando acepto algo, quiero hacerlo bien. Si me comprometo, tiene que hacerse de manera que sepa que será algo especial. Y como se estaba conformando el proyecto, simplemente no me pareció que fuera a funcionar” ha dicho Tom Bruce sobre el tema. También Nicolas Cage fue fichado desde un principio para el papel, pero ya había firmado para el papel protagonista de Ghost Rider. Otros nombres que estuvieron en esa famosa lista de posibles Iron Man, fueron Sam Rockwell -que después salió como villano de Iron Man 2 o Hugh Jackman.
Menos mal que el director, Jon Favreau, entró en razón y acabaron contratando a Robert Downey Jr., porque no se que haríamos ahora sin él. ¿Tengo razón? Tengo razón
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