La historia de Rayo McQueen no sólo triunfó entre lo más jóvenes, sino que derivó en una nueva saga.
El piloto más joven y talentoso en conquistar la Copa Pistón nos cautivó en 2006, no sería hasta 2011 cuando se consagraría como uno de los mejores pilotos en el Campeonato del Mundo y vimos el ocaso de su carrera en 2017 cuando no pudo batir a las nuevas promesas.
El fenómeno de Rayo McQueen es todo un hecho entre la generación del 2000 en adelante y su éxito provocó el surgimiento de una nueva saga con la misma identidad; Aviones. Una película que aparecería por primera vez en 2013 y reaparecería con su secuela en 2014 con Fire & Rescue.
Ambas historias fueron creadas por John Lasster, co-fundador de los estudios Pixar, y que le dio forma a cada uno de los vehículos de las sagas. Un animador que nos ofreció esos coches y esas avionetas tan simpáticas, caracterizada por utilizar los parabrisas como ojos y las ruedas como brazos. Una animación que se ambienta en un mundo de competición, donde cada vehículo tiene su propia función dentro del mundo del motor y que nos hizo comprender lo importante que era saber competir honradamente y con el mayor de los respetos hacia el rival.
Si bien el amor tiene siempre un hueco entre sus películas como la historia de amor entre McQueen y Sally, las adversidades en el camino por llegar a ser el mejor de todos es el principal ingrediente de ambas sagas. Lo que ha conseguido John Lasseter es transmitir educación y valores a un público joven, para que intente comprender cómo luchar por lo que más quieres y cuando hay que saber que echarse a un lado.
Cinco películas en las que diversión y valores van de la mano y que nos hacen pasar momentos muy agradables con la familia, con los amigos o con nuestros hijos, primos o nietos. Sin duda, lo de McQueen y Dusty es para no perdérselo
